jueves, 9 de octubre de 2014

El Pendiente Génico

- Pero antes de nada Lina, he de pedirte que te pongas esto.


-¿Qué es? Parece un pendiente.
-Lo es, pero con una particularidad, es un pendiente que solo encaja con nuestra familia, si al ponértelo las piedras se iluminan, quiere decir que eres la persona adecuada...
-Un momento, ¿Familia? ¿Quieres decir que somos familia?
-Si, pero antes de seguir quiero asegurarme, no hay duda, pero es necesario que te pongas el Pendiente Génico para tener una confirmación absoluta. 
Me puse el pendiente, con miedo de lo que pudiera resultar, y como era de esperar con todo esto, se encendió. Sentí una especie de "me lo imaginaba" y un vértigo arrollador que me obligó a sentarme un momento mientras miraba como la cara de la señora Hudson se iluminaba.
-Bienvenida a casa Lina, ven conmigo a la biblioteca, te mostraré una cosa.
Cuando llegamos a la inmensa biblioteca, la señora Hudson se subió en lo que parecía una escalera robótica que daba más miedo que seguridad. -Espérame ahí, ahora vengo-, dijo con una gran sonrisa.
A su vuelta cargaba con un libro enorme que parecía de la Edad Media y cuando me lo mostró resultó que había acertado. El libro databa del año 1125.
-Aquí está, tu ancestro, ella era relojera en la Casa Real hacia el 1189, se llamaba Willenmina Michael. Se que dicen que el primer reloj mecánico fue construido por un monje hacia el 1300, pero es lo que se dice, la verdad es que los relojes se vienen haciendo desde los egipcios. Ella era relojera Real y como tal, tenía el privilegio de ser cabeza de familia, por lo que el apellido familiar fue legado por las mujeres. Es por eso que no sabías nada de tus ancestros ya que aprovecharon esa ventaja para protegeros de posibles peligros. En el pasado era muy inseguro y te podían acusar de bruja, pero era un riesgo comparable al honor de ser cabeza de familia, por lo que nuestras mujeres se arriesgaban, y mientras estuvieran bajo un buen reinado, no habría demasiados problemas.

La señora Hudson me explicó detenidamente, durante semanas, en qué consistía mi vida y tuve que aprender muchas cosas en poco tiempo, pero resultaban intrigantes y a la vez divertidas, por lo que poco a poco fui adentrándome más y más en la Logia de los Relojeros.

Ahora solo quedaba una cosa por hacer...


PROCESO























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